jueves, 15 de julio de 2010

Instituto móvil de inglés


Sin duda, cuando te subes a una combi, ocurren las cosas más inéditas; raras veces es un viaje aburrido y sin emoción. Ayer, no fue la excepción.
Estaba sentada en la parte trasera de la "S" y, entre la música a todo volumen, las voces y el ruido de la calle, distinguí un sonido que no identificaba. Agudicé mi oído, aislé el sonido y, con mucho esfuerzo, escuché que el copiloto gritaba frases en otro idioma. Después de unos segundos, lo entendí todo: Aparentemente, estaba escuchando una de esas nuevas formas de aprender inglés que, a falta de tiempo por la chamba y los estudios, son muy útiles. Fue claro que quiso hacer saber a todos que él podía hablar sin dificultad el idioma que ahora habla todo el mundo.

Esto también ocurre con los cantantes (afinados y desentonados) y con los que parece que practican líneas de obras de teatro dramáticas (por teléfono). ¡La práctica hace al maestro! ¡Felicidades!

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