Es bien sabido por estos lares que quien descuida sus cosas, las pierde; y no por castigo divino, sino más bien por la continua amenaza de que alguien, con costumbres muy poco éticas, decida adueñarse injustamente de lo que no es suyo. En Lima y sus alrededores existen centenares de ladrones esperando el momento preciso para atacar alguna presa indefensa y cumplir su cometido, apropiarse de lo que no es suyo. Los autos y las autopartes son unas de las presas favoritas de estas personas de actitudes reprochables debido a la facilidad con la que se puede encontrar un auto vacío en la calle. Como se puede ver en la foto, ante la necesidad de no dejar indefenso a su auto cuando lo estacione en algún lugar y él no esté presente, el dueño de este automóvil no tuvo mejor idea que la de unir las puertas con un candado común y corriente, probablemente de su uso diario, todo para que los ya conocidos como "amigos de lo ajeno" no irrumpan con su carro y o bien lo desmantelen o bien se lo lleven. Lo que no sabe es que con un golpe preciso conm algún objeto medianamente pesado, como una piedra, se podría romper muy fácilmente.
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2 comentarios:
original jaja pero noc...no ayuda mucho a mi parecer :)
pucha, d un piedron ia c bajaron ese candadito. pero si el dueño c siente mas seguro...
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