Intentar descifrar el significado o al menos buscar una explicación lógica a esa secuencia de números que solemos escuchar por nuestras calles limeñas, me llevó a dar con un personaje que seguramente todos conocemos: el datero. Es gracioso, la palabra - formalmente - ni siquiera existe, y prueba de ello es esa línea roja que automáticamente la subrayó al momento de terminar de escribirla, haciéndome saber que estoy inventando un término para un empleo que hace a estos personajes dueños de la gran parte de los paraderos de la ciudad. El datero, encargado de, con una manera bastante peculiar, informar a los choferes de estos vehículos que nos movilizan por todo Lima, es además casi o más respetado que el policía de tránsito. Pasan desde reggaetoneros frustrados hasta muchachos amanerados con aspiraciones de estilista; desde regordetes sentados en banquitos de plástico de tres patas hasta ancianos excesivamente flacos y con lentes de poto de botella. Si eres chofer, te dicen si vas planchado o en correteo, te suben pasajeros que ni siquiera planeaban hacerlo, y por si fuera poco, sirven de guías turísticos para todos esos que paran perdidos en los momentos que más se les requiere. Definitivamente son una pieza fundamental para esta ciudad que, a falta de trabajo, obliga a crear nuevos empleos a base de ese ingenio que nos caracteriza.
domingo, 18 de abril de 2010
Tres, cinco, uno. ¡Correteo!
Intentar descifrar el significado o al menos buscar una explicación lógica a esa secuencia de números que solemos escuchar por nuestras calles limeñas, me llevó a dar con un personaje que seguramente todos conocemos: el datero. Es gracioso, la palabra - formalmente - ni siquiera existe, y prueba de ello es esa línea roja que automáticamente la subrayó al momento de terminar de escribirla, haciéndome saber que estoy inventando un término para un empleo que hace a estos personajes dueños de la gran parte de los paraderos de la ciudad. El datero, encargado de, con una manera bastante peculiar, informar a los choferes de estos vehículos que nos movilizan por todo Lima, es además casi o más respetado que el policía de tránsito. Pasan desde reggaetoneros frustrados hasta muchachos amanerados con aspiraciones de estilista; desde regordetes sentados en banquitos de plástico de tres patas hasta ancianos excesivamente flacos y con lentes de poto de botella. Si eres chofer, te dicen si vas planchado o en correteo, te suben pasajeros que ni siquiera planeaban hacerlo, y por si fuera poco, sirven de guías turísticos para todos esos que paran perdidos en los momentos que más se les requiere. Definitivamente son una pieza fundamental para esta ciudad que, a falta de trabajo, obliga a crear nuevos empleos a base de ese ingenio que nos caracteriza.
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3 comentarios:
eso de que ayudan a los que andan perdidos es verdad, algunos son muy buena onda. pero, quien es el cabrito que escribió esta nota? (:
Pero si comentas sobre los numeros y las palabras claves que utlizan en ese "mundo", deberias explicarnos en que consisten,porque generas curiosidad. Y dejandonos con la curiosidad tu articulo esta como q incompleto,creo yo.
Osea, tengo entendido, por ejemplo, que los numeros tratan sobre los tiempos (en minutos,claro esta)que se llevan con el carro de adelante, ese con el q tiene adelante y asi. Hecho q utilizan para ver si hacen su clasica carrerita o se "chantan" en algun semaforo.
JA!mira ...hay tienes otro tema.La clasica dormida q nos damos a partir de las 5:30pm por toda la javier prado (por el ovalo de la ULima, antes de la via expresa y antes de orrantia) y todo lo q se nos ocurre hacer para matar ese tiempo, en caso q se sea una persona q no le gusta dormir en los carros (debo admitir q a mi me encanta =D )
Los números hacen referencia a los minutos que un carro le lleva a los otros, y "planchado", "sopa", etc, sobre cuan lleno esté el vehículo.
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